CAYO LARA FRUSTRÓ UN ACUERDO EN SESEÑA QUE BENEFICIABA A MILES DE VECINOS, POR INTERESES PERSONALES
Abortó una solución que beneficiaba al municipio pero perjudicaba sus ambiciones de liderar Izquierda Unida
Junto a Manuel Fuentes, desbarató un acuerdo por el que miles de viviendas construidas podrían haber pasado a propiedad de vecinos en condiciones asequibles
El actual Coordinador general de Izquierda Unida, evitó una posible solución al problema urbanístico, favorable para el municipio, solución a la que Gaspar Llamazares había dado el visto bueno como inicio de conversaciones con el constructor. Durante el año 2008 se sucedieron varias reuniones de responsables de Izquierda Unida en las que se abordó una posible solución al problema urbanístico. En esas citas participaron, además del Coordinador general en la época, Gaspar Llamazares, responsables de IU en Madrid y concejales de la coalición en algunos municipios de la periferia madrileña.
Según fuentes de la coalición, las citas se desarrollaron en la primavera de 2008. El plan urdido por la dirección de Izquierda Unida consistía en que se cedieran al ayuntamiento de Seseña una parte de las viviendas construidas en el Residencial Francisco Hernando. El Ayuntamiento habría modificado la calificación de esas viviendas para pasarlas a Viviendas de Protección Pública de tal forma que las podría gestionar a través de la Empresa Municipal de la Vivienda, y en beneficio de una demanda social de Castilla la Mancha o de la Comunidad de Madrid.
Por su parte, y siempre según los planes de Izquierda Unida, el Ayuntamiento estudiaría la descongestión de las licencias y se comprometería a un acto público de reconciliación con el constructor Francisco Hernando, para restablecer su buen nombre. Cabe recordar que en 2006 Hernando fue denunciado ante la Fiscalía por Cayo Lara y Manuel Fuentes, sin que aportaran ninguna prueba. Cinco años después de aquella denuncia, y tras muchas investigaciones, el asunto está a punto de concluir sin que la autoridad judicial haya encontrado el más mínimo indicio de delito.
Gaspar Llamazares tuvo conocimiento de esta iniciativa en su despacho de la calle Olimpo, en una reunión con un dirigente de Izquierda Unida en Madrid. El coordinador general designó un intermediario para llevar a cabo las negociaciones. Se designó una persona de confianza de Llamazares, miembro del Comité Federal de Izquierda Unida. El primer encuentro tuvo lugar poco antes del verano de 2008 en un salón del Hotel Wellington, en la madrileña calle de Velázquez. A pesar de que no estaba convocado a la reunión, Cayo Lara se enteró de la cita y exigió estar presente, en su calidad de coordinador de Castilla La Mancha. En la reunión estaban presentes el enviado de Gaspar Llamazares, varios dirigentes de Izquierda Unida en Madrid y un periodista amigo personal de Francisco Hernando.
Planteada la estrategia y los posibles beneficios de un acuerdo que beneficiaba a todas las partes, Cayo Lara tomó la palabra para desbaratar todo posible acuerdo. Su argumento fue la necesidad de tener abierto un conflicto que había aportado grandes réditos de imagen pública y de repercusión mediática a Izquierda Unida, plataforma a la que “no debemos renunciar”, según dijo en aquella cita. El rechazo de Lara, ante la perplejidad del resto de dirigentes de IU, fue frontal. Ni se llegaron a valorar los beneficios sociales de un acuerdo al que la dirección era favorable, ya que suponía convertir miles de pisos en viviendas sociales gracias a una gestión política con el empresario.
Meses después, en el otoño de ese mismo año 2008, Cayo Lara anunció su candidatura a la Coordinación general de Izquierda Unida, en la que sustituyó finalmente a Gaspar Llamazares. El alcalde de Seseña, Manuel Fuentes, actuó en todo momento como un convidado de piedra en estos vaivenes de Izquierda Unida. Tuvo conocimiento de los planes de Llamazares para llegar a acuerdos con beneficios sociales para el municipio de Seseña, y también de la actitud de Cayo Lara de reventar toda posibilidad de acuerdo porque la paz en Seseña perjudicaba sus aspiraciones políticas.
Cayo Lara le debe mucho a Francisco Hernando. Le debe su actual carrera política y lo que no consiguió en su intento de ocupar un asiento en el parlamento de Castilla La Mancha, cuando se presentó como candidato en las elecciones de 2007 para cosechar un rotundo fracaso.
Abortó una solución que beneficiaba al municipio pero perjudicaba sus ambiciones de liderar Izquierda Unida
Junto a Manuel Fuentes, desbarató un acuerdo por el que miles de viviendas construidas podrían haber pasado a propiedad de vecinos en condiciones asequibles
El actual Coordinador general de Izquierda Unida, evitó una posible solución al problema urbanístico, favorable para el municipio, solución a la que Gaspar Llamazares había dado el visto bueno como inicio de conversaciones con el constructor. Durante el año 2008 se sucedieron varias reuniones de responsables de Izquierda Unida en las que se abordó una posible solución al problema urbanístico. En esas citas participaron, además del Coordinador general en la época, Gaspar Llamazares, responsables de IU en Madrid y concejales de la coalición en algunos municipios de la periferia madrileña.
Según fuentes de la coalición, las citas se desarrollaron en la primavera de 2008. El plan urdido por la dirección de Izquierda Unida consistía en que se cedieran al ayuntamiento de Seseña una parte de las viviendas construidas en el Residencial Francisco Hernando. El Ayuntamiento habría modificado la calificación de esas viviendas para pasarlas a Viviendas de Protección Pública de tal forma que las podría gestionar a través de la Empresa Municipal de la Vivienda, y en beneficio de una demanda social de Castilla la Mancha o de la Comunidad de Madrid.
Por su parte, y siempre según los planes de Izquierda Unida, el Ayuntamiento estudiaría la descongestión de las licencias y se comprometería a un acto público de reconciliación con el constructor Francisco Hernando, para restablecer su buen nombre. Cabe recordar que en 2006 Hernando fue denunciado ante la Fiscalía por Cayo Lara y Manuel Fuentes, sin que aportaran ninguna prueba. Cinco años después de aquella denuncia, y tras muchas investigaciones, el asunto está a punto de concluir sin que la autoridad judicial haya encontrado el más mínimo indicio de delito.
Gaspar Llamazares tuvo conocimiento de esta iniciativa en su despacho de la calle Olimpo, en una reunión con un dirigente de Izquierda Unida en Madrid. El coordinador general designó un intermediario para llevar a cabo las negociaciones. Se designó una persona de confianza de Llamazares, miembro del Comité Federal de Izquierda Unida. El primer encuentro tuvo lugar poco antes del verano de 2008 en un salón del Hotel Wellington, en la madrileña calle de Velázquez. A pesar de que no estaba convocado a la reunión, Cayo Lara se enteró de la cita y exigió estar presente, en su calidad de coordinador de Castilla La Mancha. En la reunión estaban presentes el enviado de Gaspar Llamazares, varios dirigentes de Izquierda Unida en Madrid y un periodista amigo personal de Francisco Hernando.
Planteada la estrategia y los posibles beneficios de un acuerdo que beneficiaba a todas las partes, Cayo Lara tomó la palabra para desbaratar todo posible acuerdo. Su argumento fue la necesidad de tener abierto un conflicto que había aportado grandes réditos de imagen pública y de repercusión mediática a Izquierda Unida, plataforma a la que “no debemos renunciar”, según dijo en aquella cita. El rechazo de Lara, ante la perplejidad del resto de dirigentes de IU, fue frontal. Ni se llegaron a valorar los beneficios sociales de un acuerdo al que la dirección era favorable, ya que suponía convertir miles de pisos en viviendas sociales gracias a una gestión política con el empresario.
Meses después, en el otoño de ese mismo año 2008, Cayo Lara anunció su candidatura a la Coordinación general de Izquierda Unida, en la que sustituyó finalmente a Gaspar Llamazares. El alcalde de Seseña, Manuel Fuentes, actuó en todo momento como un convidado de piedra en estos vaivenes de Izquierda Unida. Tuvo conocimiento de los planes de Llamazares para llegar a acuerdos con beneficios sociales para el municipio de Seseña, y también de la actitud de Cayo Lara de reventar toda posibilidad de acuerdo porque la paz en Seseña perjudicaba sus aspiraciones políticas.
Cayo Lara le debe mucho a Francisco Hernando. Le debe su actual carrera política y lo que no consiguió en su intento de ocupar un asiento en el parlamento de Castilla La Mancha, cuando se presentó como candidato en las elecciones de 2007 para cosechar un rotundo fracaso.